Las instalaciones son muy buenas, las camareras y el personal de limpieza muy amables, pero lo demás... Nos quedamos una semana entera en los barriles. La gente habitual del camping está hasta las tantas de la mañana dando guerra y los niños también. No obstante esto tampoco nos molestaba pero a mucha gente puede importarle este tema.
Si os quedáis en los barriles cuidado, porque cuando estuvimos nosotros llovió y esto hizo que se colara agua y se nos destiñera y nos dejara manchas en casi toda la ropa que teníamos allí.
La piscina es casi inaccesible de la gente que hay a todas horas, el agua turbia y no metáis la cabeza porque vais a tener los ojos rojos y os van a picar durante un rato.
También, nos dijeron que teníamos parking incluido, cuidado, porque no significa que puedas dejar el coche dentro del camping cerca de tu barril, sino en una especie de aparcamiento q hay fuera del parking que hacen llamar “privado”, sin embargo, pregunte al señor de recepción que como puede ser privado si puede llegar cualquier persona y aparcar en el momento que le de la gana y no supo responderme. Solo me dijo que si había gente (de los que estábamos en los barriles) que podía dejar el coche dentro y otra no, era cuestión de suerte y que si todos dejáramos dentro el coche nos cobrarían el doble, a lo que le respondí que si estas personas con ellos triple de espacio, pagaban lo mismo y que me dijo que claro que si. Todo esto en un tono realmente desagradable. Mi queja es sobre todo hacia este señor y su pésimo trato a los clientes, ya que parece ser que por ser joven te tratan mal. Creo que ante esta situación con una persona que al menos te trata bien, no le das tanta importancia, pero si cada vez que voy a recepción siento que se ríen de mi, no me quedo con buen sabor de boca de mi estancia en este camping.