Nos alojamos en este hermoso Hotel, el cual está ubicado en un lugar inmejorable, con vistas a la Bahía de Nápoles, a tan solo doscientos metros de la Estación Terminal y de la animada Piazza Tasso, pleno centro de la ciudad. Es un Hotel tradicional, muy cálido, con un staff bien dispuesto a hacer óptima la estadía, destacándose el Maitre del Restaurant, Sr. Enzo, quien desplegaba toda su expertise para que cada cena fuera una velada especial. Las habitaciones muy confortables, con muebles clásicos y el baño muy bonito decorado con una cerámica típica del lugar. En la terraza un Solarium con una amplia piscina y bar y en planta baja, jardines con mesitas para disfrutar del verde y de las flores. Muy fina la decoración de los salones internos, donde uno puede degustar un trago en un ambiente precioso. Lo recomiendo ya que es un Hotel precioso, de excelente nivel, al que indudablemente volvería!!!