Estuvimos siete días. Un hotel muy bien comunicado, junto a la embajada de los EEUU y el Excelsior. La habitación, como era de esperar, tranquila, amplia, superior a la media italiana. El baño con hidromasaje y muy cuidados los "amenitis" y las toallas. El desayuno está bastante bien, continuamente reponiendo y colocando, el café espresso muy bueno. Lo que no hay es huevos beicon y los típicos platos calientes, pero nosotros no echamos de menos eso, había embutidos estupendos, tostadas, todo tipo de frutas y dulces, zumos ... todo más que aceptable y abundante, tampoco somos de mucho desayunar.
Recomiendo muy especialmente que cuando lleguéis cansados os den un masaje en la habitación, eso si no han abierto aún el spa. En el hotel no probéis bajo ningún concepto el vino de bienvenida de la habitación, es de lo peor. El personal estupendo a excepción de una camarera del servicio de desayuno en la terraza que vocifera y gesticula con muy malos modos para explicar lo que no puede hacer debido a su ignorancia del castellano o el inglés. Además no puedo dejar de decir que tenía el pelo sucísimo, permitidme el comentario. Destacar al botones "bonachón" y a los compañeros de la camarera que gracias a sus esfuerzos hicieron que la vulgaridad de esta pasara algo más desapercibida.
Recored las calles cercanas y tomad lo que os apetezca donde haya ambiente de trajes y comidas de negocios, desde una...Estuvimos siete días. Un hotel muy bien comunicado, junto a la embajada de los EEUU y el Excelsior. La habitación, como era de esperar, tranquila, amplia, superior a la media italiana. El baño con hidromasaje y muy cuidados los "amenitis" y las toallas. El desayuno está bastante bien, continuamente reponiendo y colocando, el café espresso muy bueno. Lo que no hay es huevos beicon y los típicos platos calientes, pero nosotros no echamos de menos eso, había embutidos estupendos, tostadas, todo tipo de frutas y dulces, zumos ... todo más que aceptable y abundante, tampoco somos de mucho desayunar.
Recomiendo muy especialmente que cuando lleguéis cansados os den un masaje en la habitación, eso si no han abierto aún el spa. En el hotel no probéis bajo ningún concepto el vino de bienvenida de la habitación, es de lo peor. El personal estupendo a excepción de una camarera del servicio de desayuno en la terraza que vocifera y gesticula con muy malos modos para explicar lo que no puede hacer debido a su ignorancia del castellano o el inglés. Además no puedo dejar de decir que tenía el pelo sucísimo, permitidme el comentario. Destacar al botones "bonachón" y a los compañeros de la camarera que gracias a sus esfuerzos hicieron que la vulgaridad de esta pasara algo más desapercibida.
Recored las calles cercanas y tomad lo que os apetezca donde haya ambiente de trajes y comidas de negocios, desde una pizza al taglio a un menú estupendo, esto lo descubrimos el último día que íbamos muy mal de tiempo y acertamos plenamente, id en dirección contraria a Vía Benetto.Más
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