Estuve en este hotel junto con mis hijos de 13 y 17 años en agosto.Estuvimos tres noches.Llegamos cansados después del viaje y vista la hora preguntamos si era posible hacer una reserva para cenar en el hotel.Nos dijeron en recepción que claro sin problema y que el restaurante estaba en la planta décima.A mí eso ya me extrañó porque yo había leído en la descripción del hotel que tenían un terraza-bar en el último piso con vistas a la plaza donde está el hotel,pero no me pareció por la descripción que era un restaurante.Efectivamente llegamos arriba y lo que ya me parecía por fotos y descripción, era más un sitio para tomar una copa y tapas que un sitio donde se puede cenar.Hay mesas pero también mucho sofá con puff,es más un chill out.La carta,como era de esperar, era reducida y las porciones también,más tapa que comida como Dios manda.Nos toco sentarnos en uno de los sofás con puff.La verdad,no es nada de cómodo para comer.Hay que estar con las rodillas casi en el cuello y estás muy bajo. La música bastante alta, no de fondo.El público va a ver y ser visto,lo típico de estos sitios,pero incomodo si lo único que quieres es cenar tranquilamente en tu hotel después de un viaje o un día pateando la ciudad.Cuando terminamos,mis hijos tenían todavía un montón de hambre,están en una edad que se comerían una vaca entera,pero no querían quedarse allí...Estuve en este hotel junto con mis hijos de 13 y 17 años en agosto.Estuvimos tres noches.Llegamos cansados después del viaje y vista la hora preguntamos si era posible hacer una reserva para cenar en el hotel.Nos dijeron en recepción que claro sin problema y que el restaurante estaba en la planta décima.A mí eso ya me extrañó porque yo había leído en la descripción del hotel que tenían un terraza-bar en el último piso con vistas a la plaza donde está el hotel,pero no me pareció por la descripción que era un restaurante.Efectivamente llegamos arriba y lo que ya me parecía por fotos y descripción, era más un sitio para tomar una copa y tapas que un sitio donde se puede cenar.Hay mesas pero también mucho sofá con puff,es más un chill out.La carta,como era de esperar, era reducida y las porciones también,más tapa que comida como Dios manda.Nos toco sentarnos en uno de los sofás con puff.La verdad,no es nada de cómodo para comer.Hay que estar con las rodillas casi en el cuello y estás muy bajo. La música bastante alta, no de fondo.El público va a ver y ser visto,lo típico de estos sitios,pero incomodo si lo único que quieres es cenar tranquilamente en tu hotel después de un viaje o un día pateando la ciudad.Cuando terminamos,mis hijos tenían todavía un montón de hambre,están en una edad que se comerían una vaca entera,pero no querían quedarse allí más, así que decidimos pedir algo en la habitación.Llame al roomservice y me dicen que de toda la carta solo puedo pedir de la última hoja porque el restaurante está cerrado! Vamos que el restaurante no estaba en la décima planta, el restaurante estaba cerrado y nos mandaron a cenar al bar terraza.Cuando yo hice la reserva en ningún sitio se mencionaba que el restaurante iba a estar cerrado.He estado en un montón de hoteles de esta categoría y este es el primero donde me ha pasado algo así,cierran el restaurante y luego no tienen ni un roomservice en condiciones.Me parece alucinante,por lo menos yo no me lo podía creer.Un cinco estrellas donde no se puede cenar porque no hay restaurante.Por lo demás,la verdad, las habitaciones cómodas y el personal correcto.Desgraciadamente creo que es un hotel que pretende ser más "hip" que otra cosa,cuando lo primero es la atención y el servicio al cliente.Y no hay servicio si no se puede ni cenar.Una pena.Más
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