Es una casa preciosa. Muy diferente a la mayoría de casas de alquiler vacacional. Esta casa no se ha construido pensando en ser alquilada. Su dueño es un arquitecto que ahora parece que no la utiliza, pero que la ha pensado para disfrutarla, para vivirla. Cada rincón, cada espacio, cada objeto es singular.
Camas cómodas y todo limpio.
Está muy bien ubicada y Paolo es muy amable, está pendiente de cualquier duda, nos ayudó en todo.
¿Mejoras? Se agradecería tener algo para el desayuno del primer día y agua. Además de alguna copa más de vino.
Una buena casa hace tu viaje mucho más agradable. Sin duda, volvería a alojarme en ella.