Estuvimos tres noches en este hotel, veníamos de estar otros tres días en Milán, en la primera semana de este mes de agosto y las malas sensaciones ya empezaron antes de llegar al hotel. La reserva la hicimos desde la web del propio hotel, el día de entrada era el jueves día 3. En la propia reserva nos decía que el checking tenía que ser a partir de las 15:00 y el importe de la estancia al pagar en el propio hotel. Ese día de madrugada me llega el cargo a mi tarjeta y por importe superior al que hice la reserva. Cuando llegamos al hotel le pregunto a la recepcionista y me dice que la diferencia “debe ser la tasa turística”. Como ejemplo diré que en hotel de Milán el cargo total de la estancia más la tasa turística nos lo hicieron la momento de hacer el checking.
Lo peor fue al llegar a la habitación, creo que con ver las fotos no hay mucho que decir: el suelo de terraza ochentero, manchas, alfombra rota, manta de la cama rota, de un lado no había mesilla, sin enchufes a ningún lado de la cama, el baño tampoco tenía enchufes en la zona del espejo y sólo había una repisa pequeña en la que apenas cogían dos neceseres.
La cama sólo tenía una almohada para cada uno, blandas, al igual que el colchón, blando y delgado, notabas las láminas del somier cuando estabas acostado.
En cuanto a la limpieza muy deficiente.
Vamos, una decepción total. A todo esto el hotel dice ser de cuatro estrellas. Tengo que decir que es la peor habitación de hotel que me han dado jamás. Juzguen ustedes mismos por las fotos si esa es una habitación de un cuatro estrellas.
La primera mañana dejamos una nota, para que nos pusieran dos almohadas más, la habiación tenía un tablero de corcho y unos folios y un lápiz, la nota la dejamos escrita en italiano y clavada en el tablero de corcho. Esa misma mañana me llegó un mail del hotel (supongo que como a todos los alojados) en el que me preguntaba qué tal la estancia. Hice referencia a las manchas y cosas rotas de la habitación y también pedí las almohadas. Por supuesto cuando llegamos a la habitación ese día por la noche no habían repuesto las almohadas y ni siquiera las botellas de agua que en recpeción nos dijeron que reponían diariamente. También por supuesto a día de hoy ni contestaron a mi correo.
Como puntos favorables del hotel son la situación, estás a 12 minutos paseando del Duomo y el desayuno que es abundante y reponen constantemente, aunque el producto que sirven es de calidad baja.
En resumen, la peor experiencia en un hotel que recuerdo en relación calidad/precio. La habitación que nos dieron ni de broma es de un 4 estrellas, como mucho de hostal.
Por supuesto si vuelvo a Florencia no repito.