Tiene 2 edificios, el moderno y caro, y el casposo y asequible. Estuvimos en el 2º, y tan a gusto. Después de comparar entre muchos hoteles, creo que acertamos con este por lo siguiente: tiene la mejor ubicación, frente a la estación central y cerca de casi todo. Limpio, con lo básico y necesario cuando lo que necesitas de un hotel es que sea cómodo y esté limpio. No desayunábamos allí, pues como en todos los hoteles de Ámsterdam los precios son prohibitivos. Desayunábamos en un cafe de la zona donde la tarta de manzana estaba deliciosa: winkel 43. Hay que probarla!!
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