El edificio es muy moderno, bien diseñado y muy espacioso.
Es un buen museo donde se exponen muchos datos, fotos y documentos (no los originales sino las fotos o copias) que reseñan sobre lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial en lo que corresponde a Bélgica.
Muy objetivo y reseña muy bien la actitud y las acciones que tomaron los flamencos, los valones y los bruselenses.
Me gustó mucho sobre todo porque esta dirigido y encausado a comprender el porqué de lo que paso, así como ayudarte a comprender a las víctimas pero también tener una visión de porqué sucedió y que factores llevaron a ello.
Además de ponerte en la piel de la gente que ha sido y sigue siendo discriminada en todo el mundo.
Se echan en falta más objetos y documentos originales además de una guía escrita o audioguía en español. Algo muy común en los demás museos belgas, pero no en este.
Muy recomendable.
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