Dicen que la Grand Place es la gran joya de Bruselas y es cierto pero hay otro lugar por descubrir en la calle de la Vieille Halle aux Blés. Un B&B que realmente es un hotel boutique y que se encuentra en pleno centro de Bruselas: a cinco minutos andando de la Grand Place, del Manneken Pis, de la Rue Boucher (la calle de los restaurantes)...
Visto desde la calle, el hotel parece un escaparáte de una tienda de ropa. Nadie diría que detrás de la puerta se encuentra un verdadero tesoro. Su entrada recuerda lo que en su día fue el hotel: una carnicería. Donde se despachaba carne años atrás, ahora se utiliza para preparar ricos desayunos. Las habitaciones son amplísimas. Tanto como el salón de una casa grande. Todas están decoradas con un toque muy moderno, reconvirtiendo muebles antiguos en lámparas de diseño o utilizando sillones para rellenar huecos y dar más amplitud a la estancia.
La habitación dispone de una cama gigante (1m80) y muy cómoda, de una televisión plana y de un Ipod con una selección de música sencillamente genial. El baño también es amplio y grande. En mi caso, teníamos una bañera de esas antiguas que ahora están muy de moda. Aunque otras habitaciones tienen ducha y bañera separadas. La habitación tiene minibar pero está completamente vacío. Si quieres algo, tienes que bajar al hall, donde se encuentra la cocina, y cogerlo de la nevera y apuntarlo en un bloc de notas que tienen puesto al lado.
El desayuno es fantástico: selección de quesos, embutido variado, croissants recién hechos, zumo de naranja natural, café Nesspreso, mermeladas de varios tipos, huevos revueltos... Quedamos más que satisfechos, la verdad.
Aunque el hotel está genial tanto que repetiría y lo recomendaría sin dudarlo, algunas cosas no me gustaron. Son asuntos menores pero que restan calidad al hotel.
- La impuntualidad de la dueña:
Es un problema que ya se ha comentado en otras críticas y a nosotros nos ocurrió. Llegamos a las 10.30 horas. La dueña estaba sirviendo el desayuno a otros huéspedes y nos dijo que dejáramos las maletas allí y volviéramos como a las 14.00 horas para hacer el check in. Regresamos a la hora estipulada y allí no había nadie. El hotel estaba cerrado y tuvimos que esperar en la calle hasta que afortunadamente apareció de la nada la chica que estaba limpiando las habitaciones. Nos abrió la puerta y se encargó de llamar a la dueña que ya nos dio las llaves. Es cierto que no tuvimos que esperar mucho en la calle pero es un detalle un poco feo que no está a la altura del hotel.
- Faltaban cosas en el baño:
Es cierto que el baño está muy cuidado pero le faltan detalles. Sólo teníamos un albornoz para dos personas. Supongo que se olvidaron de reponerlo. Menos mal que había toallas de sobra para después de la ducha. Además, también eché en falta un jabón de mano en el lavabo ya que tuvimos que utilizar el gel de la ducha para lavarnos las manos.
- Un problema serio con la electricidad:
Parece una tontentería pero puede ser un gran inconveniente a la hora de cargar el iphone o el Ipod. Cuando apagabas la luz de la habitación, la electricidad dejaba de funcionar. Es decir, que necesitabas tener alguna luz encendida aunque fuera por la mañana para poder cargar algo.
- La habitación necesita un armario:
Sólo nos quedamos una noche, por lo que no deshicimos la maleta. Pero si te quedas varias noches seguro que se echa de menos un armario para poder guardar la ropa. En la habitación sólo hay una especie de perchero en la pared.
Estoy seguro de que si solucionaran estos pequeños inconvenientes, Le Coup de Coeur tendría que ser calificado con un excelente. Por el momento, debe conformarse con un muy bueno.