Apartamento muy bien ubicado, tanto para visitar Lisboa paseando como para coger transporte. Y al mismo tiempo en zona tranquila sin ruidos.
Está totalmente reformado, decorado con muy buen gusto, lo que lo hace muy acogedor. Es amplio, luminoso, con un estado de limpieza impecable y todo aquello que te puede hacer falta lo encontrarás en él (un poco de sal, café, gel,..., hasta un carro por si tienes que hacer la compra). Cuenta con un balcón desde el que se tiene una bonita vista de parte de la ciudad.
Si las fotos del apartamento reflejan la realidad, en directo gana.
Ana, la propietaria, está pendiente (sin agobiar) y te ayudará en todo lo que esté en su mano. En nuestro caso pudimos dejar las maletas hasta por la tarde que salía el avión, al tener la casa vacía.
Vamos, una estancia perfecta. Sin duda repetiría en este alojamiento.