Nos alojamos a gusto en este hotel, aunque algunos aspectos son más de tres estrellas que de cuatro. Entre ellos están la falta de espacios amplios comunes, salones donde sentarse los clientes a leer, tomar algo... o que solamente tenía dos ascensores.
Nuestra habitación era cómoda, con una cama realmente grande y muy confortable. El baño completo, con dos lavabos y bidé. Enorme TV, que no utilizamos.
Destaca sobre todo la gastronomía, tanto el bufet de desayuno como el de la cena eran variados, abundantes, y de gran calidad, con múltiples opciones para todos los gustos.
Localización céntrica, en una calle comercial principal.
Hay un aparcamiento público cercano donde se pueden reservar varios días a buen precio.
Caldea está a 10 minutos andando como mucho.
En resumen, una buena opción para alojarse en Escaldes.