Hotel pequeño, bien situado, en el centro, con parkins comunales cercanos (difícil encontrar sitio a ciertas horas). Recepción con pequeña zona común, personal amable y servicial. Habitación correcta, limpia, con nevera y vistas a la calle (únicamente es difícil dormir con ventana abierta al ser muy ruidoso el centro de la ciudad). Desayuno buffet correcto y a buen precio teniendo en cuenta el de otros hoteles cercanos. En el mismo hotel hay entrada directa a un restaurante japonés, a poca distancia hay muchas opciones de restauración, compras, etc. Lo recomendaría para una escapada en Andorra, muy buena relación calidad precio.