Ayer llegamos al hotel, y la primera sorpresa la hemos tenido esta mañana.
En el desayuno, nos hemos encontrado con el primer problema.
La sala estaba atendida por una señorita muy simpática, pero la pobre no podía on todo el trabajo, ya que estaba ayudada por otra que realmente parecia una niña de 18 sin experiencia.
Lo sorprendente es que cuando bajamos de la habitación, en la barra del bar estaban lo que parecía el responsable y otra persona, apoyados y ha mando co.o si estuviese en una discoteca, en vez de ayudar a la pobre señorita que no podía con el trabajo.
Nos quedan tres días por delante, esperemos que sepan solucionar lo ocurridoMás
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