Tras un fin de semana en familia en Casa rural Berdeal podemos decir que hemos quedado encantados con la estancia, entre las virtudes que destacamos está el acogedor salón con una chimenea impresionante, amplitud del comedor y mesa para numerosos comensales, cocina equipada como si de un restaurante se tratara, dormitorios cómodos con baño interior, además de un entorno en plena naturaleza.
El trato recibido y la colaboración del propietario de la casa (Rafael), para que nuestra estancia fuera lo más plácida posible ha sido excepcional, indicando bares, restaurantes y rutas posibles para aprovechar en todo momento el fin de semana.
En resumidas cuentas, repetiremos la experiencia más pronto que tarde!
La casa es ideal para familias y grupos. Muy limpia y muy bien dotada. Las habitaciones son grandes y cómodas. El entorno invita a relajarse y disfrutar de la naturaleza. Alejado de los circuitos turísticos tradicionales pero ideal para el que quiera descubrir una comarca poco frecuentada y que tiene mucho que ofrecer a nivel paisajístico y gastronómico. Si vas no te puedes perder los acantilados de Loiba, la visita a los cabos de Ortegal y Estaca de Bares (mejor si hay tormenta) y a Ortigueira y Viveiro.
Nuestra experiencia no pudo ser mejor. La casa cumple todas las expectativas y esta superlimpia, el cuarto de estar con la chimenea es mágico, el salón es amplio, estuvimos 13 personas y estábamos muy cómodos. El entorno es impresionante rodeados de naturaleza, prácticamente solos. Yo puedo decir que viví una experiencia inolvidable, al casarme en esta casa y en este entorno. Seguro que a partir de ahora tendremos que volver con más asiduidad. Y no quiero olvidarme de Rafa el cual desde el primer momento se mostró amable y cercano, dándome información del lugar para poder encargar la tarta, comida o pan. Y se prestó a colaborar en el engaño para poder sorprender a mi novia. La llevábamos totalmente engañada, se creía que íbamos a celebrar el cumpleaños de su hermana y acabé pidiéndola matrimonio y celebrando nuestra boda.
Un entorno inigualable, en las montañas y rodeados de bosque autóctono gallego. Se siente una paz difícil de alcanzar en la ciudad. La casa me ha parecido preciosa, los muebles, la decoración, la limpieza... Es imponente.
El propietario, Rafa, majísimo.
Sin duda repetiré.
La casa perfecta en un entorno ideal para desconectar. Las habitaciones preciosas, amplias y con cuarto de baño, no les faltaba detalle. La cocina industrial perfecta para preparar comidas para grupos grandes y con todo el menaje necesario, no hemos echado en falta nada. Los niños disfrutaron mucho junto a la lareira, y de los espacios exteriores, lástima que último día lloviera y no lo pudieran disfrutar tanto. La casa de 10 y el trato recibido también...en definitiva muy recomendable!