La estancia,mejor imposible. Cuando entras a la casa te sientes como en casa. Dori y su marido,son encantadores. La comida muy buena con pan y mermeladas caseras.
Lo recomendaría sin dudar y repetiremos sin duda.
Casa acogedora, trato muy familiar. Dori y su marido muy atentos y cercanos. Mermeladas y pan casero. Casa tranquila y limpia. Repetiremos!
Sensacional la esperencia,una casa con encanto gracias a Dori por su entrega,el trato,la limpieza,etc.
pero lo mas importante,el ambiente durante la cena cenamos juntos los huespedes un intercambio de opiniones,anecdotas.
Dori y Oscar te informan de donde y por donde moverte y conocer la zona.
lo dicho PARA VOLVER
Fuimos a pasar una noche y nos quedamos 4, Dori y Oscar nos hicieron sentir como en casa, siempre dispuestos a ayudar en todo,la verdad sentimos que dejamos a unis amigos,hasta pronto chicos, gracias por todo.
Fui con mi pareja el primer fin de semana de agosto porque queríamos desconectar un poco del bullicio de la ciudad y con solo una noche de estancia vinimos completamente renovados. Es una casa tranquila y decorada con mucho gusto. Dori y Oscar te tratan como si te conocieran de toda la vida y hacen que te sientas como en familia. Si necesitas algo de orientación sobre que hacer por la zona solo tienes que preguntarles, a nosotros nos recomendaron una rutilla para caminar y conocer un poco el entorno del rio Pirón y un pantano cercano a la Granja para darnos un baño.
La comida es casera, rica y sobre todo sana. Por la noche nos invitaron a unirnos a una cena en grupo con sus amigos y otros huéspedes en el porche donde pudimos disfrutar de una agradable tertulia al aire libre.
Lo recomendaríamos y repitiríamos sin duda alguna ;):)