Una experiencia única e inolvidable, de las que sin duda saben a poco, Dori y Oscar unas personas encantadoras, la casa una maravilla!! Y los animalitos..... La comida deliciosa lo mejor casera y preparada en el momento , las mermeladas espectaculares.... sobre todo la pe piña !!!!!!
Volveremos!!!!

Muy buena experiencia en la casa, con un trato inmejorable por parte de los dueños. Todo en perfecto estado y tal como venía en las fotos. ¡Muy recomendable!

La casa genial, tranquila y acogedora.
La habitacion muy completa.
El trato con Dori fue genial, transmite confianza desde el minuto 1 y sus recomendaciones son estupendas, (croquetas de boletus de 10 en el restaurante que nos dijiste).
El desayuno genial, merece la pena probar el pan y las mermeladas.

Lugar ideal para visitar Segovia y Ávila, así como Pedraza, Coca, Cuéllar, La Granja... Todo como mucho a 1 hora. Está situada en un pueblo pequeñito en lo alto de una loma junto a la Iglesia, con unas vistas magníficas. La casa está repartida en dos plantas, el salón de comidas y la recepción en la planta baja y las 4 habitaciones con la sala de estar y de juegos en la primera planta, todo decorado muy rústico. Las habitaciones son amplias (nosotros teníamos la cama de matrimonio y luego dos pequeñas para mis hijos y estábamos bien). Camas cómodas y baño completo con bañera. Admiten animales, siempre hay un gatete pululando por ahí y de vez en cuando los 3 perros de Dori y Óscar (los animales ni los oyes). La comida casera; hecha por Dori y Óscar. Se desayunaba, cenaba y comía en compañía de todos los huéspedes y los anfitriones en una mesa larga (eso me pareció increíble, denota hospitalidad) donde se intercambiaban opiniones de viajes y de comida. El pan, las mermeladas (TODO en general) eran una auténtica delicia. Cada cosa que sacaba a la mesa era más rica... Ni que decir tiene que relación calidad-precio merece un 10.
Nosotros nos vamos encantados.