La verdad es que quedamos prendados. Fuimos en pareja y con mascota. Tiene rinconcitos muy bonitos y una piscina con todo tipo de accesorios:pufs,hamacas,barbacoa,una portería pequeña...los baños muy limpios,como las habitaciones. Huele muy bien. Las camas son cómodas. Está un poco escondido,pero merece la pena. El sitio es muy acogedor,pero si todas las instalaciones las valoramos positivamente,el trato de la gente de allí aún es mejor,muy familiar y cercano todo. Recomendable. Tienes lugares para visitar cerca,pero la tranquilidad de estar apartado. Calidad precio muy bien. Aprovechamos para recomendaros el restaurante Tres Jorges y que visitéis el monasterio de pombeiro