Fuimos a cenar con la familia al iglú, el día estaba horrible, caía agua a calderos y aún así el personal siempre tuvo una sonrisa y buenas palabras hacia nosotros. Nos daban lástima, estaban caladas hasta lis huesos y como digo aún así un trato excelente. La comida muy original y bien presentada. Precios acordes al lugar y a la originalidad del entorno. Tendremos que repetir, ojalá tengamos más fortuna con la climatología.
- Wifi gratuito
- Restaurante