Somos 3 peregrinos que veníamos de Ferrol tras una etapa muy pasada por agua. La cariñosa recepción de Carmen, la tranquilidad y el encanto del pazo, la comodidad y limpieza de las habitaciones, y para colmo la extraordinaria calidad de la cena, celebrada en nuestra propia burbuja, hizo de esta eta visita una experiencia inolvidable. Recomiendo de corazón este pazo.
- Wifi gratuito
- Restaurante