El lago de Garda no tiene el encanto del lago de Como, para empezar. La parte baja es completamente llana, sin montañas y solo Sirmione y Desenzano tienen atractivo aunque están atestadas de turistas. El turismo masivo hace perder encanto a estos lugares. Pero Riva del Garda está en el norte, al final del lago, y el entorno es montañoso y de mucha belleza. Aunque tambien la ciudad es bulliciosa, respira un ambiente cautivador. Se accede a excursiones de un dia a las Dolomitas del Brenta, Madonna di Campiglio y a la zona de Andalo y Molveno, pueblos deliciosamente bellos entre montañas. A la par, tambien Trento y Merano están cerca.
En Riva del Garda encontramos un hotel cuatro estrellas superior, con una relación calidad precio muy buena. Kristal Palace es una gran elección. Parking gratuito, wi-fi, terraza panorámica sobre el lago y la montañas (maravillosa), Sky Pool, bar y piscina, habitaciones correctas con baños modernos y un gran servicio. Solicitamos régimen de media pensión. El desayuno, si el tiempo lo permite, se sirve en la terraza panorámica en un buffet muy correcto. La cena en el comedor, con música ambiental de piano en directo, mientras se sirven los 5 platos, 5, de que se compone. Una sorpresa de la cocina para comenzar, buffet libre de ensaladas muy completo, un primer plato a elegir, un segundo plato a elegir y un postre deicioso. Estuvimos 4 noches y cada noche la carta cambiaba todos los platos. Es decir siempre eran distintos. Detalle de bienvenida con prosecco y fruta natural y una cortesía del maitre y los camareros al minimo detalle. El viernes por la noche, cena de gala en la terraza panorámica, incluida en la media pensión, con un menú Moonlight gala dinner, Aperitivo di piccoli sfiziosi, después, salmone cotto a vapore, gamberi con salsa all´arancio, sushi con pesce di lago, insalata di frutti di mare, bruschettina di pachino, después, penette con salsa cardoncelli, crespellina farcita con brunoise, después, controfiletto di vitello, para acabar con un tiramisú al caramello con frutti di bosco. Música en directo de piano toda la velada. Sin comentarios. Extensa carta de vinos, que se paga aparte. Show diario en la Sky Pool cada dia hasta la medianoche. Sin comentarios. Un capricho que en régimen de media pensión, incluida la cena de gala, cuesta 208 euros dos personas, es decir por habitación cada dia. Un cálculo, determinando las cenas a 30 euros por persona, resulta que la habitación y desayuno cuesta 148 euros noche. Por un hotel como éste, que más se puede pedir ?. En definitiva, muy buena ubicación para un hotel que, como ocasión especial, capricho o simplemente estancia de vacaciones, ofrece un atractivo tan encantador para jóvenes como para no tan jóvenes, para amantes del relax o de las excursiones de un dia. Ah ! un breve paseo, atravesando la carretera, accede al lago donde un camino precioso entre vegetación, conduce en 15 minutos al centro histórico de Riva del Garda.