Un lujo fue tener esa paz en pleno campo. Un lujo fue tener todas las rutas culturales posibles, que, tan amablemente nos aconsejaron. Un lujo fue tener Portugal al lado y un lujo fue tener la atención y el cariño con el que nos trataron.
Casa preciosa ubicada en plena naturaleza. Comodísima por tratarse de una sola planta, sin barreras arquitectónicas, totalmente dotada y con todo lo necesario para disfrutar de la estancia.
Idónea para vacaciones en familia. Está muy bien ubicada y comunicada a menos de cinco minutos con la localidad de San Vicente de Alcántara. También destaca su proximidad con la frontera de Portugal, muy aconsejable la excursión a Marvao y ¡conocer el puente internacional más pequeño del mundo! en El Marco (La Codosera).
Los dueños, una pareja encantadora a más no poder, nos hicieron de guías y aconsejaron muy sabiamente sobre las excursiones aparte de hacer disfrutar a mis niñas con sus animales convirtiendo nuestra estancia en absolutamente inolvidable.