Nos alojamos aquí, sólo una noche. Nos sorprendió gratamente por su servicio de atención al cliente con mucha amabilidad, la comodidad y prestación de las habitaciones.
Dispone de ascensor. La habitación triple ubicada en la primera planta era bastante amplia, con camas muy cómodas, escritorio, armario, una mesa y sillas. Tenía vista al castillo, y aunque daba hacía la calle no se oía ruido de coches. El baño es también bastante grande, dispone de bañera, y la presión del agua es aceptable. También tiene secador de pelo.
No tiene para preparar té o café, pero ellos te lo ofrecen y te lo llevan a la habitación, incluso de noche.El wifi va muy bien y es gratuito.
La sala de desayuno es espaciosa, situada en la planta baja. Tienen una zona tipo buffet, pero aún así te dan la opción de elegir varios platos calientes , que preparan al instante.
No disponen de aparcamiento propio en el hotel, pero hay un parking público cerca a escasos metros del hotel y en la misma calle en el que puedes dejar el coche. El hotel te da el código para que la apertura de barrera.