He tenido la suerte de pasar unos días en casa de Ana. Es una casita en el centro del pueblo muy acogedora, su terraza es un privilegio para disfrutar, además de pasar largos ratos en ella se puede hacer una espléndida barbacoa y unas entrañables cenas. En verdad tiene mucho encanto, además tiene unas vistas preciosas de un pueblito andaluz en su máxima expresión.
El pueblo es muy especial dónde predomina un clima tropical que hace posible el cultivo de los mejores mangos y aguacates de España.
Ana es una persona muy cercana que ha consigue que te sientas agusto desde el primer momento. Sin lugar a dudas volveremos. Muchas gracias Ana y hasta pronto!!!!