Espectacular el rediseño del local, tapas ricas ricas y una carta corta pero bien surtida.
Probamos el ajoarriero, las migas, el jugoso de trigueros y el jamón de vaca para picar...todo riquísimo y raciones de buen tamaño.
Como principal, imposible no pedir algo de brasa...nos enseñaron los chuletones antes de hacerlos (buen detalle), salieron acompañados de patatas y pimientos...¡espectaculares!
También probamos el rodaballo a la brasa y la ración enorme y bien hecha.
¡Las tartas caseras, de escándalo 😋!
Precio bien, sin romperte la cartera.
100% recomendable, acierto seguro.
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