Hotel viejísimo, puertas de madera de antes de la República, los colchones eran tablas, por la mañana amanecías con más dolores que un dolor de muelas, almohadas super incómodas delgadisimas, y por poner algo bueno desde la planta 15 que era donde estuvimos una vista fabulosa y los recepcionistas estupendos, pero por lo demás para no repetir