Siento decir que salimos decepcionados. El trato excelente, las habitaciones limpias pero muy espartanas. Las fotos engañan, ponen unos cojines y unas colchas que luego no están: sábana manta y colcha fina. Las puertas, ventanas, grifos, lámparas son de risa, años 60, no se ven ni en anticuarios. No obstante están al nivel de tossa, que tiene una hostelería muy flojilla. De cualquier modo en este hotel la renovación no debería ser urgente, sino una obligación. Han intentado disimular todos los defectos, pero el engaño sólo vale para la foto.
- Wifi gratuito
- Piscina