No tiene ninguna pega. La amabilidad de los dueños es extraordinaria. Y la casa es como una especie de viaje en el tiempo tres siglos atrás ,con una tranquilidad, un sosiego. Yo la recomiendo al 100 × 100
encantadoras maría y djablena. una muy buena energía la casa, todo súper acogedor y mimado con detalle. la cama súper cómoda. productos ecológicos también de higiene personal. sensación de paz y tranquilidad.
Está muy cerca de Astorga, de los pueblos de la Maragatería y de León y rodeado de naturaleza. La casa es original, antigua y hermosa. Las instalaciones cómodas y limpias. La comida buenísima -el comedor en el que se sirve es una preciosidad, además- y la atención es cálida y acogedora por parte de la dueña. Lo mejor de todo: el jardín del campanario, donde pierdes la noción del tiempo y te transportas a la tranquilidad más absoluta.
La casa perfecta para ir en familia, entorno en plena naturaleza y tranquilo.
María no puede ser mejor anfitriona, disponible para cualquier tema y pendiente de todos los detalles. Es la segunda vez que vamos y estoy segura de que repetiremos muchas más veces.
Uno se siente como en casa, en familia. No se puede pedir más.
Uno puede pensar que para huir del mundanal ruido debe hacer miles de kilómetros y renunciar a cosas buenas. La Casa del Arzipreste es el mejor ejemplo de que eso no es necesario. Calidad y Calidez. Sueño reparador en un ambiente rural. Fantástica comida. Muy cercano a Astorga y a diversos parajes naturales. Un lugar con mucho encanto y lleno de gente encantadora que te hará irte de allí con las pilas cargadas y pensando que el mundo es un poco mejor de lo que dicen. IMPRESCINDIBLE.