Hemos pasado un fin de semana estupendo en familia en una maravillosa casa rural con unos caseros muy buenos. Riquísimas las mermeladas y los bollos.
Muy recomendable por la piscina y jacuzzi. El salón tiene muy buena vista gracias a un enorme ventanal.
Desde la primera llamada a Toño hasta el momento en el que dejamos la casa el domingo por la tarde todo fueron facilidades para cualquier cosa que pedíamos. Con dueños así da gusto, ninguna sorpresa desagradable te puedes llevar.
En cuanto a la casa, esta fenomenal, todo muy accesible. La piscina, la barbacoa, el jacuzzi que lo disfrutaron mucho los niños, el gran salón de la casa grande y la preciosidad de la casa pequeña.
En fin, un fin de semana estupendo en un pueblo muy tranquilo ideal para desconectar, y sobre todo con unos dueños que hacen que todo sea muy sencillo.
Muchas gracias.
Estuvimos en el puente de mayo alojados en la casa pequeña, suficiente para 3 personas, más amplia que en las fotos. Reformada con mucho gusto no le faltan detalles. El jacuzzi una delicia a cualquier hora. La piscina exterior promete noches de verano muy muy agradables. Los dueños Toño y Joaquín atentos en todo. Los bizcochos y mermeladas caseras deliciosos. Para repetir sin duda.
Estuvimos en la casa de dos este fin de semana y nos enamoramos de esta casa. El pueblo de Pastores, parece un reducto perdido en el que ni tan siquiera teníamos cobertura, pero estaba muy cerca de Ciudad Rodrigo con lo cual, podías perderte y a la vez ir a comer o visitar cosas en muy poco tiempo.
La casa es preciosa. Los dueños son amabilísimos, fueron muy puntuales en la entrega de llaves, en todo momento estuvieron disponibles y nos hicieron dos bizcochos y dos mermeladas caseras de cerezas y melocotón, todo un detalle que agradecer y que hace que comiences la estancia con toda una sonrisa.
La casa está limpia, con todo tipo de menaje y una decoración exquisita, rústica y simplemente preciosa, todo lo que buscábamos. Por ponerle una pega, el baño hacía un poco de frío, pero la casa es un antiguo establo/corral reconstruido, que conserva su estructura original y debido a ello la roca es más difícil de calentar, pero esto por ponerle un pero, porque quien vaya a la montaña a poner la chimenea y no pase frío, es que no ha ido a la montaña.
Una estancia maravillosa, un lugar al que volveremos y recomendaremos a todos los amigos y familiares