Acabamos de llegar de disfrutar de tres días de absoluta tranquilidad y placer.
A media hora larga de parajes impresionantes como la selva de Irati o Roncesvalles lo que más nos apetecía era volver al hotel para gozar de su especial ambiente.
Gracias Juan por tu servicio, Fernando por tu amabilidad y Maria por tu dulzura. Mikel de ti tampoco nos olvidamos, qué menestra y qué sopa de pescado. El bacalao ajoarriero lo clavas aunque la receta es heredada, que ya somos de la familia y nos enteramos de todo¡¡¡¡¡¡
Habéis sabido combinar perfectamente la autenticidad de esa casa centenaria con un estilo moderno y acogedor.Más
- Wifi gratuito
- Parking gratis