Lamentablemente, mi estancia l durante el paso del huracán Helene dejó mucho que desear en varios aspectos clave.
1. **Preparación y Seguridad en Situaciones de Emergencia:**
La falta de actividades y protocolos claros durante el huracán fue preocupante. No se ofreció información sobre cómo proceder en caso de emergencia, lo que generó incertidumbre entre los huéspedes. Es fundamental que el personal esté capacitado para manejar situaciones de crisis y brinde orientación clara para garantizar la seguridad de todos.
2. **Entretenimiento en Situaciones de Limitación:**
Cuando un hotel enfrenta limitaciones para actividades al aire libre, es crucial ofrecer alternativas de entretenimiento dentro de las instalaciones. En nuestra situación, donde pasar por un huracán fue una experiencia estresante, no tuvimos acceso a actividades como bingo, lotería o concursos. Estar de vacaciones implica querer disfrutar y desconectar, por lo que una programación de actividades ayudaría a mantener el ánimo de los huéspedes.
3. **Calidad de la Comida y Servicio:**
Como hotel que se publicita como "gourmet", la experiencia gastronómica fue decepcionante. En particular, la cena en el restaurante de comida italiana no cumplió con las expectativas: había escasez de platillos y el servicio del mesero fue descortés. Además, en la cochinita pibil encontramos un trozo de liga de plástico, lo cual es inaceptable. El "risotto" no se asemejaba en absoluto a un auténtico risotto arborio y tenía un exceso de sal que lo hacía incomible. Es esencial que el personal mantenga un nivel de calidad y profesionalismo, incluso en circunstancias difíciles.
4. **Bebidas y Disponibilidad:**
En el bar Mojito, se mencionó que la especialidad eran los mojitos; sin embargo, nunca estuvieron disponibles. Además, la falta de Clamato, un ingrediente común en muchas bebidas, resultó en una experiencia limitada. Mejorar la disponibilidad de productos clave es crucial para la satisfacción del cliente.
5. **Atención al Cliente:**
Intenté contactar al concierge en múltiples ocasiones sin éxito. No solo buscábamos reservar en el restaurante Le Chique, sino también recibir información sobre las amenidades del hotel. La falta de atención y seguimiento del personal en este aspecto fue decepcionante y no cumplió con el estándar que se espera de un hotel de su categoría.
6. **Mantenimiento y Limpieza:**
Observamos condiciones preocupantes en el hotel, como goteras en el restaurante y la falta de señalización de precaución, lo que puso en riesgo a los huéspedes. También notamos excremento de animales en las escaleras, lo cual es inaceptable en términos de limpieza y mantenimiento. Estos problemas no solo afectan la experiencia, sino que también pueden comprometer la seguridad de los huéspedes.
7. **Uso de Camas Bali:**
Durante nuestra estancia, decidimos utilizar una cama Bali en la playa, a pesar de que las condiciones de la playa tras el huracán no eran óptimas, lo cual entiendo que no es culpa del hotel. Sin embargo, estamos en temporada baja y el trato que recibimos fue despectivo. En una ocasión, escuchamos a un miembro del staff decir a otro, refiriéndose a nosotros mientras nos tomábamos una foto: "ya se te colaron". Es importante cuidar el lenguaje que se utiliza, ya que muchos de nosotros, siendo mexicanos, entendemos perfectamente lo que se dice. También escuchamos comentarios sobre que el turismo americano deja mejores propinas. Esta actitud puede resultar muy incómoda y dañar la imagen del hotel.
En conclusión, creo que el Hotel Azul Beach Riviera Cancun tiene el potencial para ofrecer una experiencia excepcional, pero necesita una revisión exhaustiva de sus procesos y estándares de servicio. Espero que esta retroalimentación sirva para hacer los ajustes necesarios y así brindar una experiencia más segura y placentera a los futuros visitantes.