La Montaña Mágica como su propio nombre indica, tiene una Magia especial! Fuimos 2 adultos y una niña de 7 años. Ya habíamos estado hace unos años. Calma, paz, buena comida (desayuno casero y cena con dos primeros y dos Segundos a elegir). Zona de juegos donde tomarse algo. Salones con chimeneas súper acogedoras. Un rato divertido haciendo cerámica. Un entorno precioso donde pasear y un personal súper agradable y dispuesto a ayudar en todo.