La casa es amplia y cuidada al detalle en su decoración. Tiene un txoko con barbacoa y cocina en la planta baja muy amplio.
Los dueños son muy serviciales y acogedores.
Repetiremos.
No podemos decir más que cosas positivas. La casa fantástica amplia limpia cómoda. El pueblo super bonito, mención especial el panbollo de la panadería . Todo a tiro de piedra, media hora y en Pamplona o en San Sebastián. De pinchos por la estafeta, de pinchos por barrio viejo. Volveremos, un abrazo Raquel / Oier desde Madrid . Carlos Ale y Dafne
Los propietarios estuvieron pendientes en todo momento de cualquier cosa que necesitaramos. La casa estupenda: limpia, cuidada, con algo en la cocina que no traes habitualmente y que necesitas: la sal, las pastillas del friegaplatos... o que te hace sentirte mejor: una sidra de bienvenida o un cesto de leña... Las habitaciones tenian todas su tv, la temperatura perfecta, los baños impecables, suficientes toallas y ropa de cama limpia y de calidad. El salón amplio y acogedor, la chimenea deliciosa. Los consejos de los propietarios estupendos. El hueco para el coche muy adecuado, La situación de la casa inmejorable, Lekumberri bien comunicado y perfecto para hacer excursiones y conocer una gema desconocida. El turismo gastronómico magnífico. El senderismo muy recomendable. En resumen perfecto, salvo el clima que es imponderable...
Una casa totalmente equipada, con un choco mu grande. Hemos estado todos muy agusto. La cocina tenia todos los detalles. Las habitaciones grandes, las camas cómodoas, los baños tambien muy bien. Pensamos en volver. Gracias Oier por ser tan majo.
Las fotografías de publicidad no hacen justicia con la realidad. Cuando entras, enseguida te das cuenta de lo bien preparada que está. Oier y Raquel son extremadamente atentos, dejando una sensación de seguridad en caso de tener algún problema en la casa. La capacidad adecuada es para 6 personas, ya que solo posee tres habitaciones y una de ellas con cama de matrimonio (para nosotros genial). Por poner un pero...tendríamos que indicar el mal tiempo, aunque de eso no se encargan sus dueños.
La cercanía con nuestra ciudad y lo bien que lo hemos pasado nos permitirá planear otras escapadas durante el año.