Estuvimos en esta casa una semana a finales de julio y todo fue espectacular. Desde la casa que está perfectamente equipada, pasando por los propietarios, Mar y Diego, que son unos perfectos anfitriones, hasta el entorno que es maravilloso. Esperamos poder repetir algún día.
No es la primera que vamos a esta preciosa casa ni será la última.
Es especial empezando por sus dueños. Unos perfectos anfitriones que te harán la estancia mucho más cómoda.
La casa es grande, bien decorada, muy limpia y con unas vistas que enamoran. Lo más destacable es su accesibilidad para personas con movilidad reducida. No es fácil encontrar una casa rural que sea de verdad accesible, y esta lo es.
Su ubicación te permite conocer multitud de lugares de costa o de interior en pocos minutos, a la vez que estás en un sitio muy tranquilo si lo que quieres es descansar.
No te olvides probar la sidra natural casera que con tanto cariño hacen Mar y Diego.
Sin duda volveremos!
Lugar muy tranquilo pero muy bien ubicado para estar a tiro de piedra de muchísimos lugares: Luanco, avilés, Gijon, playas...
Casa adaptada para personas con problemas de movilidad.
Los dueños son superamables y atentos
Lugar idílico donde el verde y el azul del cielo se hacen uno dando una sensación de paz difícil de describir. Magnífica casa, cuidada al detalle por sus dueños que por cierto son encantadores y con los que puedes contar si los necesitas. Lugar para volver una y otra vez
Ha sido una gran estancia. Cuidan los detalles, son muy amables sin agobiar. Todo funciona bien y están pendientes de que les comentes cualquier cosa para ayudarte. La parcela es una gozada que se disfruta solo con verla. Poder meter los coches en la cochera y meter las cosas a casa sin mojarte ni pasar por escaleras es una gran comodidad. La casa es grande, está limpia y es muy cómoda. Desde luego, cuando volvamos a Asturias es muy probable que repitamos. Gracias y a seguir con esa calidad.