Cuando vi las fotos en la pagina web supe que nos encantaria, pero al llegar alli fue mucho mejor. Es un sitio especial. Ana es un encanto, nos ayudo mucho a orientarnos por la isla, y siempre con una sonrisa. Nosotros fuimos a un mercadillo que se llama las Dalias y lo recomiendo mucho!. La unica pega que le veo es qie estas taaan agusto que luego no te quieres ir de alli!!! Un 10!!

Hemos pasado unos días en la casa y estamos encantados. Esta en un sitio precioso y tranquilo, con unas vistas y una piscina espectaculares, se ve el bosque y el mar. Los desayunos en el porche de la casa, los aperitivos en la mesita de la piscina, los atardeceres en las tumbonas y en las hamacas son una delicia. La casa esta muy limpia y puesta con mucho gusto y encanto. Hay una playa de arena fina a 10 minutos escasos y a un poco mas infinidad de playas preciosas. Un privilegio poder disfrutar de sitios asi y tan cuidados.

Somos una familia de 5 personas, con tres niñas pequeñas de 4, 7 y 9 años. Nos quedamos en Ses Caletes a finales de agosto. Encontramos la casa muy comoda: amplia, bien equipada, acogedora, versátil (hay muchos espacios diferentes) y, sobre todo, perfecta para una familia. Siendo muy bonita, no requiere de un cuidado especial, con lo que las niñas pudieron jugar a gusto sin temor a estropear nada. Lo mejor es la piscina (limpia, grande y con unas vistas fantásticas hacia la costa) y la terraza del segundo piso (desde la cual se pueden ver unos cielos espectaculares todas las noches). La casa esta en un paraje muy tranquilo, con lo que ni te molestan ni molestas a nadie, y tiene mucho campo alrededor para explorar (perfecto para los críos).
Ana es la anfitriona ideal - atenta pero discreta, dispuesta siempre a hacer algo para asegurarse de que lo pases bien. Desde regalarte una sandia del huerto (!) hasta darte recomendaciones sobre donde ir a la playa o conseguirte una aguja y un dedal. Mis ninas la adoraban, y nosotros encontramos su compañia un aliciente mas de nuestras vacaciones.
Definitivamente volveremos, o al menos lo intentaremos, si es que queda sitio...

Esta casa típica Ibicenca, está en una parte muy especial de la isla, si buscas una Ibiza diferente, si queréis tranquilidad y unas vacaciones de calidad con una estancia muy confortable, ese es el lugar, Anna es una excelente anfitriona, Dormimos muy bien, y nuestros desayunos en el jardín eran un privilegio. repetiré experiencia seguro! porque Ibiza tiene mucho magnetismo y la casa está en un enclave excepcional
imprescindible tener coche para poder moverte,
totalmente recomendable!
saludos