Un apartamento enorme a 10 minutos andando hasta el centro, además siguiendo la calle, por lo que no tiene pérdida.
Es auténtico años 20, encantador, suelos, puertas, esos techos altos y tan espacioso.... por poner alguna pega, que tiene dos habitaciones con camas de 1,20 pequeñas para una pareja (además los que íbamos somos bastante grandes), teniendo espacio para poner una de 1,35 y en la ducha cae muy poca agua.
Ana, encantadora, incluso nos dejó un aperitivo cuando llegamos!!
No está muy céntrico pero buen ubicación, Zamora es pequeña pero preciosa.
La propietaria muy amable.
El único pero, una sola ducha.
REPETIRÍA.