La localización es perfecta para huir del estrés y del ruido. Silenciosa y con unas vistas espectaculares.
Especialmente, me gustaría destacar la calidad de los platos del restaurante y el servicio. El personal fue muy amable, atento y eficiente.
Sin duda, altamente recomendable para un fin de semana de desconexión y naturaleza.