El hotel está genial, en una situación inmejorable. Bastante antiguo tanto por dentro como por fuera, pero supongo que le quitaría encanto si lo remodelasen (sobretodo por fuera).
Las habitaciones son amplias y cómodas, con todo lo que puedas necesitar, pero para mi gusto algo antiguo, repito.
Ubicacion fantastica, instalaciones perfectas, servicios inmejorables en fin impresionante en todos los sentidos. El desayuno es increible tienen de todo buffet libre y con cocineros para hacerte en el momento lo que tu quieras.Fruta de todas las variedades. Puedes ir a todos los sitios andando de echo tienes la zona judia al lado con las sinagogas y la plaza a 3 minutos andando. El castillo es el unico que queda un poco retirado pero en fin es normal esta en una colina.Volveria sin dudarlo, la atencion de la recepcion un 10.Referente al spa solamente utilize la piscina y que decir genial despues de todo el dia andando poder bajar y nadar y relajarte es lo mas. El Restaurante esta arriba del todo y tiene una vistas excepcionales el precio me parecio bueno.Deseo que resulte util mi opinion ojala todos los intercontinentales tuvieran tan buen precio como el de praga no tendria dudas a la hora de elegir.
Me resistía un poco al principio a ir a este hotel porque estéticamente por fuera me parecía el típico edificio de la etapa comunista, feo y frío, y me imaginaba que por dentro sería igual. Pues no, estaba equivocada. Y es que los hoteles de la cadena intercontinental suelen ser muy confortables. La habitación muy agradable, el baño bonito y la cama supercómoda. La ubicación, al lado del río y a un paseo muy agradable del puente de Carlos bordeando el mismo y por la calle Parizska a la plaza vieja. En concreto este hotel está al final de la calle Parizska, la calle del lujo en Praga, en el barrío judío. Muy tranquilo. Tiene mucho encanto este barrio. Volvería a este hotel porque además Praga es una ciudad a la que siempre me apetecerá volver.
Estuvimos cinco días en Praga, nos alojamos en este hotel, fué fantástico.
Encontramos una recepcionista que hablaba español, ya empezamos con buen pie.
Las habitaciones estupendas, (lujosas), las salas de desayuno (eran varias) fantásticas, muy bien atendido, el desayuno bufé increible.
En todo el centro, en la orilla del rio, las vistas impresionantes, se ve el castillo, una preciosidad.
Unos días maravillosos.
Si has visitado otros hoteles de la cadena Intercontinental, no esperes el mismo nivel. El desayuno es totalmente self-service, café incluido, con las mermeladas a granel.
Las habitaciones se hacen sólo una vez, sin que por la tarde te las revisen...
Enfín, un Intercontinental a medias.
Este hotel esta apenas a una cuadra del bulevar, el hotel esta en buenas condiciones, aunque no me gusta mucho los hoteles de cadena, este esta muy bien ubicado y reúne las 3 principales características que me gustan de un hotel: ubicación, calidad y costo.
No encontré ninguna critica de importancia, es limpio, el desayuno es muy bueno, las habitaciones son muy buenas. Creo que es una de las mejores opciones de esta ciudad.
