Bien pero por el precio (el más caro con diferencia de nuestro viaje por Eslovenia) quizás esperas más.
- HABITACIÓN para 3 (1 cama pequeña en la entrada y la otra por un pequeño pasillo, todo exterior con una terraza enorme). Tamaño normalito, comodidad ok, baño justito. Bien sin mucha pretensión.
- ZONAS COMUNES: tiene un restaurante interior (no entramos) en planta baja, sala para el desayuno en el sótano, en el exterior: el aparcamiento, bar-restaurante (cenamos 1 noche y ok, aunque algo caro) y piscina pequeñita muy natural pero muy chula. Enclavado en un lugar de ensueño.
- DESAYUNO: por debajo del estándar de una cadena, pero bien teniendo en cuenta que esto no es un hotel urbano ni cadena...
- UBICACIÓN: muy buena. Bovec es un buen punto para acercarse a Tolmin, Kobarid y la cascada Kozjak, además de que el día de antes nos permitió no hacer tantos kms bajando más el valle viniendo de todo el Vrsic Pass. Dentro de Bovec no está mal aunque son 10-15 min andando al centro del pueblo
- APARCAMIENTO: muy amplio pero si no tienes sitio junto al hotel hasta el 2º aparcamiento hay que andar un poco.
- PERSONAL. Correcto.

Hotel a las afueras del pueblo, que dispone de un recinto privado grande para instalaciones como parking, pequeña piscina con hamacas, bar con terraza,... Muy tranquilo porque está alejado del ajetreo de Bivec. Se puede ir andando al pueblo en unos 15 minutos, aunque yo aconsejo ir en coche.
El personal de recepción es amable.
Las habitaciones son correctas, tanto en tamaño como en funcionalidad. Las vistas espectaculares.
El desayuno Buffet correcto y completo, pero normalito. El restaurante para cenar sólo está abierto hasta las 8:30pm.
En general es muy tranquilo y silencioso.
La limpieza regular.
Lo mejor, las vistas y la tranquilidad.
Recomendable.

El hotel está muy limpio y tiene una piscina exterior muy bonita. El servicio es bueno y el pueblo es muy acogedor. Vale la pena quedarse unos cuantos días para conocer bien la zona y el Mangart es una gran opción.