Pasamos una noche de camino hacia Croacia. La habitación que nos dieron era minúscula y extremadamente envejecida, llena de cachivaches de plástico como un bonsai, varias muñecas que parecían sacadas de un todo a cien y moqueta y lámparas para cambiar. La habitación daba a la estación y se oían los trenes. Supongo que habrán mejores habitaciones pero yo no las vi. Mi consejo es revisar antes bien las opciones en este lugar.
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