Estuvimos 3 noches en ese hostal. El trato exquisito y la amabilidad de David y Sara nos sorprendieron. Las habitaciones, con baño en suite, están aisladas entre sí y ubicadas en un jardín grande y precioso. Aunque dispone de una pequeña piscina, nosotros no llegamos a usarla. El desayuno, por un precio asequible, es una auténtica delicia, con fruta fresca, quesos variados, café, jugos naturales recién preparados, tostadas, etc. Por ponerle un pero, se podría cambiar la tele por una pantalla plana y el centro queda a cierta distancia pero con la cantidad de medios de transporte público que hay en la ciudad, no representa un obstáculo.
Si vuelvo a Holguín, repetiré, sin duda.