La sorpresa que nos llevamos con este Riad fue increíble. La situación del alojamiento, cerca de Bab Rcif, es inmejorable para conocer la ciudad. Las habitaciones son muy amplias, limpias, la cama es muy cómoda y el baño es amplio y limpio.
Lo más agradable, sin duda, son los propietarios - en especial Fátima - quien te hace sentir como en casa desde el principio. El desayuno que te ofrecen (además de estar enmarcado en un entorno inmejorable) es pantagruélico (en el buen sentido de la palabra): abundante, completo y muy rico. Sin duda, de volver a Fez ya sé que Dar Essoaoude es el lugar donde me volveré a alojar.