Pasamos en este hotel nuestra última noche en Sri Lanka, la única que pasamos en Colombo, y fue la gran sorpresa del viaje. Lo mejor del hotel es sin duda el servicio y el buen trato que recibimos desde nuestra llegada. La habitación es correcta, el baño estaba nuevo, y todo muy limpio. Nos dieron consejos muy útiles, y nos buscaron un tuktuk de fiar para ir al centro. Colombo es el lugar del país donde más veces nos intentaron timar, y eso que estuvimos sólo 24h, así que es de agradecer encontrar gente amable que te ayuda. Pudimos disfrutar del jacuzzi de la terraza a solas, es muy pequeño así que estuvimos de suerte. La cena fue más que aceptable, platos abundantes, al igual que el desayuno. Únicamente como punto negativo que está delante de la vía del tren, por la noche no pasan trenes, pero empiezan temprano por la mañana. De todas formas, en la caótica colombo no creo que haya muchos hoteles tranquilos...