Este Hotel es recomendable para viajar a Estambul por su ubicación cerca de la plaza de Taksim principalmente, sus instalaciones son elegantes y el trato es correcto. Tiene un pequeño Spa en la parte baja. El desayuno es buffet.

El servicio del personal en todas las areas fue excelente, la señorita responsable del area de "relaciones públicas" fue de lo más amable y me dio muchas recomendaciones con amplios detalles de que visitar y en donde tener cuidado. El buffet esta muy completo, las habitaciones grandes.
La ubicación es perfecta, la calle donde esta ubicado esta lleno de tienditas con souvenirs y pequeños restaurantes muy buenos, muy cercano esta la estación de autobus y una calle muy grande llena de tiendas con marcas reconocidas". Para llegar a la ciudad vieja un taxi cobraba entre 6 y 9 liras.

El LaresPark está situado en el barrio de Taksim, en una zona donde hay muchos otros hoteles. De hecho, no hay acceso a los coches porque existe una garita con guarda de seguridad encargado de dejar pasar sólo a los taxis que van a dejar o recoger a algún cliente de uno de los varios hoteles de esa zona. Esto supone una ventaja, ya que no se oye ruido de tráfico, lo que en una ciudad como Estambul se agradece.
Este hotel no es muy grande, pero las habitaciones son espaciosas y cómodas. Aunque por fuera parece algo antiguo, el interior indica que ha sido renovado hace no mucho, ya que las habitaciones son modernas, con televisión de pantalla plana, equipo de música para CD (aunque tenía toma para USB no conseguí que se escuchara el Ipod), sofá y sillón y, sobre todo, espacio.
El baño estaba bastante bien equipado, y bien iluminado (no siempre es así en todos los hoteles).
El desayuno buffet no estaba mal. Los zumos embotellados resultaban excesivamente dulces, pero tenías la posibilidad de hacer tú mismo uno de naranja natural.
Se encuentra bastante cerca de la plaza de Taksim, y desde allí es fácil desplazarse a las zonas más turísticas.