Estuve hospedada junto a mi madre en este hotel desde el 02 de Junio al 12 de Junio, 2015.
Es un hotel pequeño, muy acogedor y sobre todo con gran calidez humana de su personal.
Si bien algunos empleados no hablan inglés (español seguro que no), se esfuerzan por ayudar en todo lo que uno necesita.
Cualquier falencia en las instalaciones ellos tratan de solucionarla inmediatamente.
Mención especial para Can quien habla muy bien inglés y te ayuda en cualquier cosa que necesites. Lo enloquecí preguntando cómo ir de un lugar a otro, qué ómnibus tomar, etc. Siempre me ayudó con una sonrisa.
El desayuno muy bueno, muy variado y la terraza donde se toma tiene una vista muy linda al Bósforo.
La ubicación es muy buena, cerca de las atracciones más importantes de Sultanahmet y a pocas cuadras de una parada del tranvía que te lleva a otros puntos de interés (cruzando el Puente Galata).
Lo más destacable, la gente que trabaja allí.
Si volviera a Estambul, volvería a hospedarme allí.Más
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