El hotel está bien situado y en una calle muy tranquila, cerca de las embajadas del Reino Unido y Rusia.
El desayuno no está mal, pero comparado con otros sitios ponen menos cosas.
Las habitaciones están bien, limpias, aunque no sean nuevas se ven cuidadas.
El personal es amable, pero si les pides que llamen a un taxi cogerán su coche y te cobrarán igual que uno oficial, que no pasa nada, pero no te avisan. Nivel de inglés bajo, pero suficiente.
Internet gratuito en las habitaciones.
Recomendable si lo que buscas es un hotel modesto y sin demasiadas pretensiones.
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