Llegamos a las 3 de la mañana por problemas en el vuelo. Nos asignaron una habitación con vista al mar en la que observamos que el cuarto de baño estaba integrado al dormitorio de tal forma que no había paredes ni puerta, lo que no nos pareció acertado, y que comunicamos de inmediato. Por la mañana nos pudieron cambiar a otro lugar con un baño supercompleto y bien separado del resto y el problema quedó solucionado. "Second home" es una galería de arte y atelier de un gran artista peruano y eso marca una diferencia excepcional con cualquier otro hotel. Su ubicación frente al mar es maravillosa y permite disfrutar de puestas de sol inolvidables. Una crítica: la cama me resultó incomoda, quizás porque no contaba con somnier sino con un simple armazón de tiras de madera que sostiene el colchón. El wi-fi funciona muy bien y el desayuno es continental y adecuado. Bajando hacia un patio hay una espléndida piscina, que supongo que se disfrutará mucho en el verano, al igual que todo el lugar. Sin duda volvería, pero en esa época del año. Lilian Delfin es una perfecta anfitriona.Más
- Wifi gratuito
- Desayuno incluido