El hotel es un hotel antiguo que se ha refaccionado. Las habitaciones están con mal olor y las ventanas no pueden abrirse para ventilarlas. Nos tocó una habitación con las cortinas malogradas, donde además, la chapa de la puerta no cerraba. Entonces, al salir de tu habitación, si no ponías atención a la puerta, ésta podía quedar abierta en tu ausencia. Además, se tomaron la libertad de cargar por adelantado a la tarjeta de crédito, más dinero que el valor que pagaríamos por las noches que reservamos, aduciendo que era sólo "una autorización" por si incurríamos en otros gastos. Otro aspecto que no me gustó fue que uno de los días de nuestra estancia, no asearon la habitación. Si bien la ubicación no es central, es cercano a todo, buena atención, buen desayuno, buen servicio de transportes.
Justo estaban relizando reparaciones en el techo del hotel, por lo que la primera mañana nos depertamos al alba con el ruido y los golpes de las máquinas. Tuvimos que pedir cambio de habitación.