Estuvimos en la cabaña que está más próxima al ingreso al predio para tres personas. Sencillamente hermosa, con una estufa a leña increíble y exquisitamente arreglada. El entorno salvaje contribuía a tener la sensación de estar superprotegido en esa cabaña. La vista es excelente. Los dueños son también personas muy agradables y dispuestas a ayudar y orientar. Fue una hermosa experiencia. El WiFi muy bueno. Da ganas de volver.