No nos hospedamos en este hotel, pero queriamos conocer el restaurant asi que fuimos con mi familia a la hora de la cena, de entrada nos recibieron bien y nos indicaron que mesas teniamos disponibles. Nos ubicamos y nos trajeron las cartas, grande fue nuestra sorpresa al ver los pocos platos que ofrecen, mis hijos querian pastas y nos dijeron que no tenian, mi esposa queria mariscos pero tampoco tenian, asi que nos decidimos por un salmon que estaba bueno salvo la masa que lo cubria, mis hijos pidieron unos cortes de carne y estaban buenos y a mi, que pedi el mejor corte de carne que tuvieran, me trajeron una chuleta toda quemada, parecia un carbon, reseca y con gusto a quemado, por dentro le falto coccion. Cuando se acerco una persona del salon a preguntar si estaba todo bien mi esposa le dijo que no era lo que esperabamos, hizo un gesto con la cara, no pregunto nada mas, se dio media vuelta y no lo vimos mas. Al pedir la cuenta y pagar con tarjeta el mozo nos dijo que la propina no estaba agregada, hasta donde yo se es una buena costumbre dejar propina cuando unos se siente bien atendido, pero este no era el caso, de todas maneras le dejamos propina a la chica que nos recibio, que en definitiva fue lo mejorcito de la cena. Viajamos seguido a la ciudad y la verdad que cruzando la avenida se puede comer mejores platos y mejor atendidos, defitivamente no volveria a comer en este "Dreams".

Estuve alojado en este hermoso hotel de Punta Arenas en Febrero de 2013 por 4 noches. La ubicación es excelente lo mismo que la vista del Estrecho de Magallanes. Muy buena atención en la recepción, en especial Adriana, que me solucionó con amabilidad y capacidad un pequeño problema con mi traslado al aeropuerto. El desayuno es excelente al igual que la comida y la atención en el restaurante. Muy recomendable, Estuvimos en una habitación suite muy acogedora y cómoda.