Desgraciadamente en la actualidad este lugar se parece más a un zoológico de pueblo pequeño que a una estación biológica. La mayoría de la cartelería se encuentra envejecida por el tiempo, descolorida y con una falta evidente de mantenimiento. Los corrales para los animales están destartalados, con maleza descontrolada y con una evidente falta de higiene que aquel que tenga nariz puede corroborar; vamos que huele mal. Además la visita prácticamente no aporta nada nuevo que no puedas ver con un buen guía en el resto de las islas con los animales en libertad. Por último si sufres algún tipo de minusvalía o discapacidad no visites el lugar, no tienen nada pensado para ti, ni accesos, ni servicios, ni visitas especializadas... Espero y deseo que este lugar cambien a mejor porque hoy por hoy no merece ser visitado.